Es una isla de tranquilidad lo suficientemente alejada de carreteras y urbes para sentir la paz del medio rural. Un pueblo ubicado en uno de los extremos de la provincia de Burgos, cercano a Pancorbo, y que prácticamente linda con La Rioja. Tiene en la N.232 la vía principal más cercana, y con ella sus habitantes conectan, pasando antes por Altable, con Pancorbo, Miranda o Haro (La Rioja), sus puntos urbanos principales de referencia.
Un pueblo agrícola que como ocurre en muchos otros mantiene más población en verano que en invierno, ya que con la llegada del frío y el curso escolar algunas familias van a otras localidades para ganar en comodidad y cercanía con los colegios de los niños.
Valluércanes está convenientemente conservado, ya que mantiene de forma fija una veintena de familias residentes, a las que no es extraño encontrar trajinando con aperos de labranza o moviéndose arriba o abajo con los tractores, ya que son 3.000 hectáreas de cultivo, la principal actividad del municipio.
Su alcalde, José Ignacio Díez, reconoce que no tiene quejas hacia la Junta o la Diputación. «Siempre que he llamado a sus puertas me han escuchado», explica, y avanza que ha tenido en los 36 años que lleva como regidor el apoyo para muchos de los proyectos ejecutados que, de tener que haberlos hecho en exclusiva con fondos municipales, hubiera sido imposible llevarlos adelante.
En lo más reciente han logrado paliar los efectos de las inundaciones sufridas, que provocaron daños en varias calles con el hundimiento de las calzada. «Lo hemos hecho con 18.000 euros que hemos invertido», explica, y además ha logrado que la Diputación de Burgos les reparara la carretera de acceso al pueblo, también dañada por el agua. Esencial para la actividad agraria del pueblo ha sido la reparación de los caminos rurales, para lo que se tramitan ayudas por valor de 13.000 euros.
Díez recuerda que poco a poco se han ido haciendo cosas, y habla de proyectos de los que está muy orgulloso como el de abastecimiento de agua, ya que además es el presidente de la Mancomunidad. «Hicimos la acometida y el sistema de distribución para La Bureba. En Hontoria, junto al Camping El Desfiladero, se coge, y así ya no hay problema de agua ni en cantidad ni en calidad desde Ameyugo hasta La Vid», explica.
En materia de agua tiene el deseo de poder hacer una zona de baño, no propiamente una piscina porque la carestía del proyecto lo hace insaumible para el pueblo, pero sí un espacio de baño que sirva para que niños puedan refrescarse en verano en una zona próxima a la pista de juegos.
En el pueblo han cuidado su iglesia de SanPedro, en la que ya arreglaron la cubierta y más recientemente han arreglado el interior cambiando todo el suelo Así se ha conseguido preservar bien el templo y algunos valores culturales que posee como los retablos, y el alcalde confía en poder hacer también una mejora en uno de los muros, para lo que tratará de lograr el apoyo del Arzobispado.
El consultorio médico ha sido otro de los logros conseguidos y que permiten mejorar la calidad de vida de los vecinos, que además cuentan con un bar que mantiene el Consistorio. Hay además una nueva sociedad, un espacio creado para que los chavales tengan un lugar para reunirse.
Lamenta Díez que aunque tiene buenas comunicaciones la nueva torreta puesta por Vodafone no dé cobertura, y tiene intención de hacer una revisión del alumbrado público, ya que en algunos momentos se han producido algunos fallos que desea corregir.